Estas son algunas estrategias de aprendizaje que son muy útiles y efectivas:

Oblígate a recordar

La parte menos divertida del aprendizaje efectivo es que es difícil. De hecho, si es aparentemente muy fácil de recordar, también es muy fácil de olvidar. Cuando el aprendizaje es difícil, estás haciendo tu mejor aprendizaje, de la misma manera que levantar un peso al límite de tu capacidad te hace más fuerte.

Es simple, aunque no fácil, aprovechar esto: oblígate a recordar un hecho. Las tarjetas de estudio son un gran aliado en esto, ya que al leerlas te obligan a dar respuestas.

No caigas en la fluidez

Cuando estás leyendo algo y se siente fácil, lo que estás experimentando es fluidez. Se te va a olvidar.

Ejemplo: Digamos, por ejemplo, que estás en el aeropuerto y estás tratando de recordar en qué puerta tomarás tu vuelo. Miras los monitores de la terminal: es B44. Piensas para ti mismo, oh, B44, eso es fácil. Luego te alejas, miras ociosamente tu teléfono e instantáneamente olvidas a dónde vas.

La alternativa: Lees el número de la puerta. Entonces te alejas del monitor y te preguntas: “¿cuál es la puerta?” Si puede recordar que es B44, estás listo para ir sin problemas.

Conecta lo nuevo con lo viejo

Mientras más puedas relacionar tu nuevo aprendizaje con tus conocimientos previos más fuerte será tu comprensión del nuevo aprendizaje y más conexiones crearás que te ayudarán a recordar.

Cuando estás tejiendo nuevos hilos en tu red de conocimiento preexistente, estás elaborando.

Una técnica excelente es pensar en ejemplos de la vida real de los principios que acabas de descubrir. Si acabas de aprender sobre música, podrías buscar canciones o piezas que apliquen lo que aprendiste. Si acaba de descubrir la transferencia de calor, podría pensar en la forma en que una taza de cacao caliente dispersa el calor en tus manos en un frío día de invierno.

Reflexiona

Mirar hacia atrás ayuda. En un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard, los empleados de un call center tuvieron un rendimiento un 22,8 % más alto que el grupo de control cuando dedicaron sólo 15 minutos a reflexionar sobre su trabajo al final del día.

Cuando las personas tienen la oportunidad de reflexionar, experimentan un impulso en la autoeficacia. Se sienten más seguros de que pueden lograr cosas. Como resultado, se esfuerzan más en lo que están haciendo y en lo que aprenden.

Si bien reflexionar puede parecer que conduce a trabajar menos, conduce a lograr más.

Basado en un artículo de Drake Baer para Business Insider