Gianmarco Guevara

Life coach & psicólogo en formación

Quién soy

Cuando me piden que de una reseña de mí, usualmente envío esto:

Sin embargo, hay mucho más qué decir. Pero no voy a entrar en detalles muy profundos para no aburrirlos. Nací el 13 de marzo de 1974 en Lima, Perú.

Estudié en primer lugar administración de empresas porque pensaba que eso era lo que realmente quería hacer, a pesar que los resultados de mi prueba de orientación vocacional en el colegio decían que mi fuerte era la psicología y la asistencia social. Posteriormente hice una especialización en administración de mercadotecnia y muchos cursos sobre técnicas de ventas y atención al cliente.

Alterné toda esa etapa con trabajo social y voluntariado que realicé en una iglesia cercana, donde hice grandes amigos y aprendí muchísimo sobre espiritualidad, relaciones familiares y de pareja desde los 17 años.

Varios años después, llevé un diplomado en coaching el 2012 que me terminó cambiando la vida. Me convencí de que ése era el camino que realmente quería seguir. Abrí una consultora y comencé a atender a algunos clientes.

He tenido también más de una caída y he tocado fondo, económicamente hablando. Entonces, entiendo muy bien lo que es tus planes se vayan al tacho y tener que empezar de nuevo prácticamente desde cero.

Entonces, treinta años luego de salir del colegio -y con mucho miedo-, decidí dar un giro total a mi carrera y estudiar lo que ya sabía que era mi real vocación, la psicología. Muchas cosas buenas comenzaron a suceder.

Y es que cuando uno se inclina a hacer algo que realmente ama y tiene los ojos bien abiertos, muchas puertas comienzan a abrirse.

Convertí casi todas mis redes sociales, al inicio Instagram y TikTok, en canales para transmitir y estar en contacto con otras personas. Y, gracias a ellas, tengo el honor de trabajar no sólo con personas de mi país sino también de Ecuador, Colombia, México, Chile, Argentina, Venezuela, España y Estados Unidos, tanto en procesos personales como en talleres y conferencias.

Primera moraleja: Nunca es tarde, tengas la edad que tengas, para hacer aquello que amas y en lo que eres además bueno.

Segunda moraleja, igualmente importante: Una gran clave para sentirte feliz y tener paz, una gran paz interior, es poner tus dones al servicio de los demás y ordenar tus prioridades comenzando por lo realmente importante.

El camino para ser más feliz, curiosamente, pasa por trabajar para hacer felices a los demás. Y la satisfacción de que las personas mejoren su vida personal o profesional con el trabajo de uno es invalorable.

Gracias por esa oportunidad.